Gestión del tiempo en la búsqueda activa de empleo

Muchas personas no habrían creído a quien hace diez años les hubiese dicho que hoy iban a estar sin trabajo. Incluso se habrían reído si les hubiesen contado entonces que el paro les habría de durar más de un año... o dos.

Se acostumbra uno/a a vivir trabajando, sabiendo que cuando lo desee podrá cambiar de empresa, y de repente descubrimos que nuestra formación está obsoleta y nuestra experiencia laboral es extensa en el tiempo, pero no en los contenidos.

Ante situaciones así, lo mejor es permanecer en calma y organizarse, replantearnos el inicio de la búsqueda de empleo

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No es perder tiempo. En ocasiones es preferible descansar una semana y empezar con energía y una visión clara de qué buscamos, antes que el mal humor, la falta de claridad o el enfado derivado de la pérdida del empleo nos ofusquen y nos “quemen” antes de empezar.

Pero tampoco es cuestión de tirarse a la bartola y no hacer nada. Vamos a pensar en la búsqueda de empleo como quien prepara unas vacaciones. Planificar la búsqueda de empleo no es tan difícil si tenemos claro qué queremos, cuándo queremos empezar y cómo vamos a hacerlo, etc. Vamos paso a paso:

1) Qué:

Esto es evidente. Buscamos un trabajo. El nuestro, el que queremos. ¿Qué sabemos hacer? ¿Tenemos todas las herramientas para conseguirlo?

2) Quién: 

Buscamos un trabajo para nosotros/as, porque nosotros/as lo queremos y lo necesitamos.

3) Para qué: 

Queremos que nuestro objetivo se haga realidad, pero hay que saber cuál es nuestro objetivo ¿cuál es nuestra motivación y hasta dónde queremos llegar?

4) Dónde: 

Empecemos a pensar en el área en la que queremos trabajar. Se supone que las preguntas “qué” y “para qué” nos han dado esa respuesta. Ahora hay que concretar más. ¿Queremos trabajar en nuestra ciudad, fuera de ella, fuera del país? Cuando sepamos esto, podemos hacer una lista de empresas posibles a las que presentarnos.

5) Cómo: 

Cara a cara, por correo ordinario, por teléfono, vía email, a través de páginas web de busca de empleo, en las que buscar ofertas filtrando, evidentemente, aquéllas que se ajustan a nuestro perfil (recordemos: no queremos perder tiempo ni “quemarnos”).

6) Cuánto: 

La busca de empleo nos va a suponer un gasto, (llamadas, transporte...). Hay que separar una cantidad que nos permita realizar la búsqueda sin quedarnos a cero a mitad del mes. Si no tenemos ingresos, una persona que esté buscando lo mismo que nosotros/as es una opción para aliarse; pero... ¿hasta dónde nos interesa compartir la información?

7) Cuándo: 

No vamos a buscar 24/7. Vamos a marcarnos un horario, uno que nos permita descansar, desconectar de vez en cuando. Entre cuatro y seis horas diarias fijas, más dos o tres para cuando tengamos entrevistas, será suficiente al principio. Según vayamos viendo resultados, podemos adaptar nuestro calendario.

8) Qué nos falta: 

Hay que ponerse al día; preparar entrevistas ficticias para enfrentar con seguridad las reales, cuando lleguen; diseñar un CV que impacte pero no demasiado, que llame la atención de la empresa pero sin pasarnos; hacer algún curso que complete nuestra formación...


Y con estas preguntas respondidas, ya podemos empezar a buscar trabajo con una seguridad: Que tardemos más o menos tiempo, nuestra búsqueda no va a empezar “a tope” y terminar en la farmacia comprando pastillas para el estrés. Seguro que hay un trabajo esperando por nosotros, si estamos preparadas/os, lo conseguiremos.




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Letícia Álvarez
Educadora social y técnico en orientación laboral.



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2 comentarios:

  1. Muy bueno Leti. Que importante organizarse antes de actuar!!

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  2. Gracias, Viki. Creo firmemente en la planificación antes de toda acción ;)

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