¿Habéis pensado en
ir a trabajar a Alemania? No, no nos estamos repitiendo. Ya hemos hablado en
otras ocasiones sobre el mundo laboral fuera de nuestras fronteras y de los
pros y contras de tomar la decisión de aventurarse en otro país. De la misma
manera, sobre Alemania también hemos dicho algunas cosas ya, pues muchos
jóvenes españoles parten hacia ese país para probar suerte. Si bien hay un
desempleo del 5,3%, sin embargo, queremos indagar en un aspecto concreto del
mercado laboral germano que se esconde detrás de sus buenos datos de empleo:
los famosos minijobs.
Estos mini empleos
son trabajos de baja calificación a tiempo parcial que no deben superar las 15
horas semanales, a cambio de los cuales se perciben un máximo de 450 euros al mes.
Libres de impuestos, eso sí, aunque el trabajador puede contribuir
voluntariamente a la Seguridad Social. El empresario, en cambio, debe pagar el
30%: el 28% a la Seguridad Social y el 2% a Hacienda. Además, pueden combinarse
con los estudios o con una pensión.
Casi siete millones de trabajadores alemanes,
principalmente los jóvenes y amas de casa, completan su salario con estos empleos. Nueve de
cada diez cotizantes alemanes tiene uno de estos segundos trabajos, un
porcentaje que se ha doblado desde que este modelo se puso en marcha, ahora hace
diez años, y no parece que vaya a bajar, todo lo contrario.
Todo empezó poco
después de la reunificación alemana en 1990, cuando la jornada reducida ganó
popularidad. En 2003 se decidió regularizar esta práctica para acabar con la
economía sumergida.
Son, en definitiva,
tareas que no requieren formación y que casi cualquier persona puede realizar
para sacarse un sobresueldo a final de mes. Así, podemos estar hablando de
barrer el suelo o fregar platos por seis o o siete euros la hora, pero como en
Alemania el salario mínimo no está regulado, también podrían ser a dos o tres,
e incluso menos.
Pero no es oro todo
lo que reluce, y es que si bien los minijobs han ayudado a Alemania a no entrar
de lleno en el hoyo de la crisis económica, cada vez más empresas están
usándolos para eliminar trabajos a tiempo completo. Otro dato: se calcula que
los empleados de los minijobs sólo cobrarán 3,11 euros de pensión al mes por
cada año trabajado cuando llegue la hora de jubilarse.
Hace tiempo que se
habla de traer los minijobs a España, y tanto el Banco Central Europeo (BCE)
como la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) están
presionando en este sentido. Habrá que ver si la medida da los mismos frutos,
para bien y para mal, o si, una vez más, Spain is different.
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