Hasta ahora hemos hablado de los emprendedores
pero, ¿qué es un emprendedor? Según el Diccionario de la Real Academia, un
emprendedor es "aquél que emprende con resolución acciones dificultosas o
azarosas". Sin embargo, olvidamos que para ser emprendedor primero hay que ser
creativo, que es precisamente la cualidad que nos ayudará a resolver estas
dificultades.
Ser creativo requiere un tiempo; entre la idea
y la materialización del proyecto hay fases como la lluvia de ideas o la
evaluación general de nuestra creación que no debemos pasar por alto. Es
importante saber gestionar nuestro tiempo, concentración, energía, estímulos y
relaciones personales.
Podemos obtener una solución original a un
problema teniendo en cuenta las caracterísiticas de éste. También llegaremos a
ella si mezclamos ideas que habitualmente no relacionaríamos entre sí, es
decir, combinando cosas ya
conocidas de forma diferente. Este fue el caso, por ejemplo, de Chupa Chups: un
caramelo y un palo.
A la hora de ser creativos debemos evitar
enemigos como el miedo, el exceso de expectativas, la autocensura y la presión
del tiempo. Tenemos que alejarnos también de falsas ideas entorno a la
creatividad, tales como la creencia que para ser creativos debemos tener
cualidades especiales, que la creatividad es exclusiva de genios o que para ser
creativo hay que estar un poco loco.
Para ello debemos tener interés y curiosidad,
huir de la rutina, atrevernos con aquello que nos proponemos y, sobre todo,
valorar nuestra propia singularidad y confiar en nosotros mismos. Las
personas creativas son aquellas que asumen su responsabilidad y toman
decisiones para encontrar soluciones en vez de esperar, además de ser
persistentes, asumir riesgos y desafiar a lo establecido. Pero lo primordial es
tener una mente abierta y ser flexibles hacia el cambio. ¿Eres una de estas personas?
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